La jornada de trabajo no lineal está cambiando la productividad en el teletrabajo

Seguramente te suene el concepto de jornada laboral de 9:00 a 18:00 o 40 horas semanales. Este modelo se extendió hace décadas por todo el mundo. Por supuesto, la entrada masiva del teletrabajo en 2020 modifico esto. No solo porque ahora es posible trabajar desde casi cualquier localización geográfica, sino porque ahora los trabajadores remoto demandan mayor flexibilidad, entendida como trabajo asincrónico. Este modelo de jornada laboral no lineal vendría determinado por bloques de trabajo, que cada persona erigiría conforme a sus necesidades. Pero, ¿cómo funciona esto en la práctica y qué ventajas tiene? Sigue leyendo para conocer todo lo que necesitas sobre esta revolución de la jornada laboral.

¿Qué es el trabajo asincrónico y las jornadas laborales no lineales?

Las jornadas de trabajo no lineales, lejos de ser una novedad en materia laboral, responden al modelo en que se trabajaba en la era pre-industrial. Este sistema abarcaba desde el amanecer hasta el anochecer, haciendo descansos cuando fuera necesario tanto para comer, siestas o realizar otras actividades. La revolución industrial introdujo el horario lineal y la jornada laboral de 40 horas, que posteriormente adoptaron las oficinas. Resulta cuanto menos llamativo que en la sociedad del conocimiento se sigan imponiendo horarios estructurados propios de la segunda mitad del siglo XVIII.

El trabajar de forma asincrónica permite que cada teletrabajador lleve a cabo sus funciones cuando sea más productivo. Es decir, no se trata de cumplir un horario, sino de los resultados. Claro está, que las empresas que cuentan con estructuras más burocráticas y anticuadas, más les costará adaptarse a este y a cualquier cambio.

Si quieres saber más, te recomendamos el artículo: El teletrabajo, ¿ha hecho a las organizaciones más resilientes?

Ejemplos de jornada laboral no lineal y trabajo asincrónico

Tenemos muy arraigada esa cultura de respetar un horario de trabajo, con lo cual, para muchos, puede ser difícil visualizar como sería una jornada de trabajo no lineal.

Un buen ejemplo sería el siguiente:

  • Juan se levanta a las 6 AM y comienza a trabajar a las 6:30 hasta las 8:30 hs.
  • A las 8:30 sale de su casa para llevar a sus hijos al colegio y a las 9:00 se va a entrenar al gimnasio
  • A las 11:00 llega a su casa y sigue trabajando hasta las 15:00, que para comer. Luego pasa a buscar a sus hijos y los lleva a actividades extraescolares y aprovecha para hacer unas compras.
  • A las 20 hs Juan está de vuelta en su casa y prepara la cena.
  • A las 22 hs, cuando sus hijos están dormidos, aprovecha para contestar algunos e-mails del trabajo, hasta que se va a dormir.

Este tipo de jornadas, no solo mejoran el bienestar del trabajador, sino que aumentan drásticamente la productividad, ya que se pasa de cumplir horas a cumplir objetivos.

En concreto, el trabajo asincrónico aporta los siguientes beneficios:

  • Flexibilidad: para trabajar desde donde y cuando sean más productivos
  • Autonomía: para avanzar en los proyectos cuando les convenga
  • Eficiencia: los trabajadores remoto que gestionan sus propios horarios, muestran mayor nivel de compromiso con la organización.

Por supuesto, aplicar este tipo de jornadas supone una serie de retos que veremos a continuación.

Retos para establecer una jornada laboral no lineal

Como puedes intuir, hay una serie de retos a los que tanto la organización como los trabajadores se enfrentan al utilizar este tipo de jornada laboral.

En el día a día, podemos resumirlos en 2:

  • Diferencias horarias: si las tareas están bien planteadas desde la organización, con base en un sistema asincrónico, esto no debería ser un inconveniente. Profundizaremos más cundo hablemos de los meetings.
  • Organización: delimitar cuando empieza una sesión de trabajo y cuando termina, así como las tareas a realizar. Para ello te contamos los siguientes tips.

Tips para ser organizados trabajando de forma asincrónica

La productividad no es hacer más cosas, sino que se basa en hacer las cosas correctas en el momento oportuno. De ahí que la organización y la capacidad para establecer prioridades sea tan importante cuando se trabaja en remoto y de forma asincrónica.

El sistema de 3 tareas nos viene a ayudar con esto. Se trata de establecer 3 tareas para hoy, la semana, el mes o el año. Pequeños resultados que juntos llevan a un objetivo a largo plazo. Se puede desarrollar de la siguiente manera:

  • Escribe 3 tareas a desarrollar cada día. Es mejor que las anotes la noche anterior, así cuando te levantas ya tienes claro que es lo que tienes que hacer.
  • A lo largo del día irán surgiendo otras cuestiones a llevar a cabo. Escríbelas en un papel aparte, para no tener la presión de recordarlas. De esta forma, el día siguiente, cuando tengas que escribir 3 tareas, podrás incluir estas.
  • En un último post-it, irían las tareas a desarrollar algún día, las que no son para nada prioritarias y que podrás llevar a cabo cuando te liberes de las anteriores.

¿Qué pasa con las reuniones?

Pareciera que cuando se trabaja de forma remota, la jornada de trabajo no lineal y el trabajo asincrónico son modalidades que vienen implícitas y que en principio no traerían ningún inconveniente, hasta que pensamos en las reuniones. Entonces, ¿el trabajo asincrónico significa el fin de los meetings?

Aquí el trabajo duro recae sobre las organizaciones, que deben adoptar una cultura en que las reuniones sean el último recurso y que cuando se lleven a cabo, se haga de forma asincrónica.  Pero, ¿cómo llevar a cabo reuniones asincrónicas? Muy sencillo, grabándolas. Existen infinidad de apps que te permiten grabar tu pantalla y compartir una presentación. De esta forma, cada persona podrá visualizarla y dar un feedback, en el momento que mejor lo convenga.

El futuro del trabajo es cada vez menos lineal. La adopción de estas nuevas formas de trabajo aumenta la productividad, el bienestar y la creatividad; a la vez que atraen y retienen talento.